Presta atención a las 3 señales que demuestran que estás consumiendo mucha grasa

Ciudad de México.- Está bien darse un capricho de vez en cuando. Papas fritas muy aceitosas, pizza rellena de queso o incluso una hamburguesa muy grasosa. Se recomienda que se consuman con moderación. A veces, tendemos a no darnos cuenta realmente cuando nuestra dieta es demasiado alta en grasas y esto puede causar problemas de salud subyacentes en el futuro como hipertensión. Para saber si tu alimentación tiene este fallo, aquí te compartimos algunas señales que no se pueden confundir.

-La aparición de granos en la cara.

Los primeros signos que muestran una dieta excesiva de grasas no engañan, porque se localizan directamente en el rostro. Y sí, después de una hamburguesa grasosa, un exceso de dulces o un desbordamiento de tostadas de mantequilla de cacahuate, el resultado es definitivo. Tu cuerpo te avisa enseguida con la aparición de granitos en tu rostro. Suelen localizarse en la frente y la mandíbula. Indican que el índice glucémico es demasiado alto. Esta producción acelerada de sebo obstruirá los poros de tu rostro, lo que favorecerá directamente la aparición de imperfecciones. Entonces, para remediar esto, toma distancia de los productos demasiado procesados, demasiado dulces y especialmente aquellos que son ricos en grasa.

-La falta de sueño.

Otro signo evidente de comer demasiada grasa es la falta de sueño. De hecho, cuanto más comas comidas pesadas, muy ricas en azúcar y grasas saturadas, más difícil será para su cuerpo digerir correctamente. Es un círculo vicioso. Para no caer en la trampa, dale prioridad a alimentos ligeros y de fácil digestión en la cena. Y sobre todo muy ricos en fibra para acelerar y facilitar la digestión y así permitir un sueño más rápido y reparador .

-Un nivel alto de colesterol.

El indicador más obvio que muestra una dieta demasiado alta en grasas es obviamente el nivel de colesterol . Eso sí, nada mejor que un análisis de sangre realizado por un profesional de la salud para saber si debes o no reducir el consumo de productos grasos.

Fuente: Todo para Ellas