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Estos errores cometidos al despertar son los que arruinan el resto de tu día

¿Y si bastara con cambiar unos cuantos malos hábitos para garantizar un buen día?
miércoles, 12 de octubre de 2022 · 15:13

Ciudad de México.- Algunos malos hábitos son los culpables de que te sientas cansada, de mal humor y, por consiguiente, inicies el día con el pie izquierdo.

1.- Poner alarmas cada cinco minutos.

Si como la mayoría de los personas, pospones despertarte cada mañana presionando el botón "pausa" en la alarma, entonces estás cometiendo un error. Los quince minutos que ganas posponiendo el despertador son muy malos porque estás en un sueño ligero. Si estás cansado, no estarás en mejor forma. Al hacerlo, interrumpes tu reloj biológico. El cerebro controla el ritmo de sueño y vigilia del individuo y le indica al cuerpo cada día cuándo puede despertarse e irse a dormir. Así, los microdespertares provocados por las pausas en el despertador, no dan tiempo a que nuestro cerebro ponga en marcha los mecanismos de reparación necesarios para el organismo.

2.- Levantarse de la cama demasiado rápido.

Cada mañana es una carrera contra el tiempo, pero todavía hay un tiempo precioso que no se puede desaprovechar: levantarse de la cama. Es fundamental despertarse suavemente y desbloquear las articulaciones que se endurecen durante la noche. Cuando te despiertas, son los músculos los que los protegen. Cuando te levantas de la cama de repente, se contraen para preservarlos y corres el riesgo de lesionarte y dañar todo el sistema musculoesquelético. Un simple estiramiento del cuerpo, de pies a cabeza, al despertar puede evitar un drama matutino.

3.- Dejar las cortinas cerradas.

Permanecer en la oscuridad al amanecer no suaviza el despertar. Por la mañana es fundamental reactivar los sincronizadores del ritmo sueño-vigilia. Al tomar luz natural nada más despertar, le haces entender al cuerpo que es hora de despertar.

4.- No hidratarse al despertar.

Y por hidratación no entendemos el té o el café que acompaña al desayuno. Las bebidas calientes no son suficientes para rehidratar el cuerpo que acaba de pasar una media de seis a ocho horas sin agua. La falta de hidratación cansa el cuerpo. Lo ideal es un vaso de agua.

5.- Mal desayuno.

Un desayuno desequilibrado impacta directamente en nuestra forma. Por falta de tiempo o simplemente porque no sabes las consecuencias, no es raro llegar al trabajo habiendo bebido sólo un jugo de naranja o mordisqueando una barra de cereales. ¿El problema? Alto consumo de azúcar, lo cual dispara la glucemia, provocando cansancio y estimulando el apetito.

Fuente: Todo para Ellas