Procrastinación

¿Procrastinas en exceso? Mira cuáles son las 2 causas detrás de este comportamiento habitual

Para tratar un problema de raíz, hay que conocer cuáles son los motivos de éste
miércoles, 5 de abril de 2023 · 19:03

Ciudad de México.- Es un día como cualquier otro, miras tu escritorio y te das cuenta de que tienes que ordenarlo. Hasta aquí todo va bien. Sólo que al mirarlo comprendes también que habría que tirar los papeles que lo ensucian, y que para hacerlo bien, habría que arreglar también los cajones. Y luego, en realidad, también sería necesario hacer estantes para ahorrar espacio. ¿Esto te cansa de antemano? Es normal. Al pie de esta montaña que se eleva frente a ti, decides... no hacer nada. 

Esta situación ilustra perfectamente el proceso de procrastinación. Una cosa trae una suma de problemas que son tantos pensamientos que saturan el cerebro. Por ende, el cuerpo tiene el reflejo de ponerse en modo de ahorro de energía y desencadena estrategias de evitación. Mientras que algunos se conforman con esta forma de hacer las cosas o procrastinan un poco, otros están atrapados en una trampa real y regularmente se encuentran jugando la misma película que no siempre termina bien.

1.- Lucha interior.

¿Qué nos impulsa a posponer en lugar de hacer en el momento? ¿Por qué chocar contra la pared cuando conoces las repercusiones de antemano? ¿Cómo explicar esta lucha interna entre una parte que quiere y otra que resiste? Tomemos el ejemplo de hacer citas médicas. Sabemos muy bien que tenemos que ponernos manos a la obra porque está en juego nuestra salud. Sólo por miedo a confrontar la realidad -aquí la posibilidad de un problema de salud- evitamos, o entramos en negación. Esto último es emocionalmente menos costoso a corto plazo que enfrentarse a la realidad.

2.- ¿Demasiado estimulado?

El perfeccionismo también puede inducir indirectamente a la procrastinación. ¿Lo hice bien? ¿No puedo hacer más? No puedes actuar hasta que produzcas algo perfecto. Sin mencionar que no queremos enfrentarnos con el hecho de no poder hacer, entonces hacemos todo o nada. Al no poder "hacerlo todo", preferimos "no hacer nada".

La culpa no siempre es del cerebro. Nuestras sociedades actuales también refuerzan la tendencia a procrastinar. Estamos sobre estimulados, siempre se impone la postergación como una especie de renuncia y evitación de nuevas solicitaciones. ¿No sería la procrastinación un síntoma entre otros de un sistema en el que siempre andamos cortos de tiempo?

También evaluamos lo que la tendencia a posponer nos cuesta en tiempo, energía o, a veces, dinero, y los beneficios que encontramos en posponer siempre.

Fuente: Todo para Ellas