Agua caliente

¿Eres fan de bañarte con agua caliente? Descubre las razones por las que no es buena idea

Te sugerimos bañarte todos los días, pero que no sea con agua caliente. En su lugar, usa agua templada y un producto de pH neutro o aceite de ducha, sin frotar demasiado
lunes, 24 de abril de 2023 · 16:57

Ciudad de México.- Después de un largo día de trabajo, a mucho sólo les apetece tomar una ducha largacaliente y casi hirviendo. Un cuarto de hora o incluso media hora es suficiente para evacuar las impurezas y preocupaciones corporales. Pero ahí lo tienes, bañarte a altas temperaturas no solo es malo para el consumo de energía y el planeta. También lo es para tu cuerpo.

  • Enemigo de las piernas pesadas.

El ser humano logra mantener su temperatura corporal alrededor de los 37°C, gracias a la grasa, también llamada tejido adiposo. Para difundir este calor interno hacia la piel y sus extremidades, interviene la circulación sanguínea, pero un chorro de agua cada vez más caliente provoca una vasodilatación, es decir, un aumento del diámetro de los vasos sanguíneos y del flujo sanguíneo. Y si bien el proceso es normal o incluso beneficioso para los intercambios de oxígeno, la descongestión de los órganos internos y la relajación muscular, puede agravar los síntomas de las personas que padecen insuficiencia venosa.

Este padecimiento se identifica con mayor frecuencia por la hinchazón de las piernas (pantorrillas, tobillos o pies), asociada a esta famosa sensación de piernas pesadas, o varices, o dilataciones de venas superficiales en la pierna. En caso de insuficiencia venosa, la sangre se estanca en las venas de los miembros inferiores. Normalmente, la contracción de los músculos participa en el retorno de la sangre al corazón, pero el calor de la ducha asociado a la posición casi inmóvil que implica, reducirá esta presión y limitará aún más este retorno venoso.

  • Sequedad y deshidratación.

La piel también se ve afectada por el exceso de calor. Más allá de los 39 °C, el agua derretirá gradualmente la capa externa de la epidermis, la película hidrolipídica, cuya función es actuar como barrera contra las agresiones externas. Sin esta película, la piel se deshidrata más fácilmente, lo que explica esta sensación de tirantez al salir de la ducha. Si el exceso de temperatura es demasiado frecuente, puede debilitar la epidermis y provocar un aumento de la sensibilidad, lo que puede derivar en una dermatitis atópica, más conocida como eczema. De ahí la importancia de rehidratar la piel con cremas emolientes, una vez seco el cuerpo.

  • Desequilibrio de la microbiota cutánea.

En el departamento de cuidado, ten cuidado con los productos de limpieza. Una temperatura elevada, combinada con geles limpiadores ricos en conservantes y texturizantes potencialmente alergénicos, producirá un efecto detergente sobre la piel, perjudicial para nuestra microbiota cutánea. Aunque el cinco por ciento de las bacterias son dañinas, la mayoría de ellas contribuye, por el contrario, a defender la piel contra las infecciones. Sin embargo, el agua caliente participará más en despegarlos uno a uno. 

Fuente: Todo para Ellas