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¿No descansas bien? 3 razones por las que las mujeres tienen peor calidad del sueño que los hombres

Si tardas horas en cerrar los ojos, puede relacionarse con alguna de las siguientes causas
jueves, 16 de marzo de 2023 · 15:46

Ciudad de México.- ¿Qué podría ser más exasperante que ver a tu cónyuge apenas acostado y segundos después está dormido? Mientras tanto, tú sigues con los ojos como platos y cuando por fin logras conciliar el sueño, te asaltan despertares repentinos durante la madrugada. A partir de ello, surgen las siguientes preguntas: ¿Realmente las mujeres duermen peor que los hombres? Y si es así, ¿Cuáles son las razones de este sueño inquieto?

Todos los estudios realizados hasta la fecha son unánimes: las mujeres sufren más de insomnio que los hombres. Aparte de los factores hormonales y socioambientales, la diferencia entre el sueño masculino y femenino podría explicarse por una diferencia de ritmo en el ciclo sueño-vigilia. De hecho, un estudio franco-estadounidense había demostrado en 2011 que el reloj biológico de las mujeres avanzaría más rápido que el de los hombres. Estarían programados en promedio para acostarse más temprano.

Ubicado en su cerebro, es este reloj el que establece un entorno personal y único para el sueño. Define la cantidad que necesitas, tus horarios para levantarte y acostarte. Por eso es importante conocer sus horarios y cumplirlos para garantizar una noche de descanso. Sin embargo, compartir la misma cama con demasiada frecuencia significa compartir los mismos momentos de dormirse y despertarse. Al adoptar los horarios de su pareja en detrimento de los suyos propios, corres el riesgo de interrumpir tu sueño. Como consecuencia, eres lenta para dormirte y te conviertes en espectadora del sueño dichoso del señor cuya intensidad de roncar marca la profundidad de su descanso. Molesta, caes cada vez más en el ciclo infernal del insomnio.

Las principales causas de los trastornos del sueño en las mujeres.

1.- El sueño influenciado por las hormonas.

Si hay un factor que diferencia a los hombres de las mujeres son las hormonas. La vida de una mujer está marcada por sus fluctuaciones. Desde la pubertad hasta la menopausia, las variaciones en los niveles de estrógeno y progesterona influyen en las noches. En cada etapa de tu existencia, puede surgir el insomnio.

Primero cada mes. La menstruación puede afectar la calidad del sueño. Luego se vuelve más agitado y menos recuperable una semana antes o durante su período.

Luego durante un embarazo. Si al principio las hormonas aumentan las ganas de dormir, los últimos meses antes del parto pueden impedir el mantenimiento de un sueño de calidad. La dificultad para encontrar una postura cómoda con el volumen del vientre y los despertares provocados por los movimientos del feto son factores que reducen las posibilidades de un buen sueño nocturno .

Y finalmente a la menopausia. Si bien pensabas que estabas más tranquila con la desaparición de las reglas, ¡la realidad es muy diferente! Los cambios hormonales que se producen en esta época aumentan las alteraciones del sueño. Por no hablar de la llegada de sofocos nocturnos, aumento de la ansiedad y/o inestabilidad emocional que también pueden mermar la calidad de tus noches.

2.- Un día a día que genera más estrés y ansiedad.

A pesar de la mayor participación de los hombres en las tareas del hogar y la crianza de los hijos, el hecho es que las mujeres siguen siendo las campeonas de la multitarea. La sobrecarga física y mental las expone a mayores niveles de estrés y ansiedad que los hombres. La consecuencia es que son más propensas a desarrollar insomnio.

Preocupándote por todo y por todos, ocupándote desde la mañana hasta la noche, es poco probable que llegues relajada física y mentalmente a la hora de dormir. Tales tensiones internas perturban los mecanismos del sueño. La conciliación del sueño se vuelve entonces más difícil, los despertares nocturnos son más frecuentes y también lo son los despertares matutinos antes de lo esperado. 

3.- Mayor sensibilidad al entorno.

La presión que las mujeres se imponen por cuidar de su familia, por lograr conciliar la vida personal y profesional, o por ser la mejor de las madres cuando lo son, contribuye a ponerlas en un estado de alerta permanente. Sus cerebros giran a una milla por hora impulsados ??por cinco sentidos al acecho las 24 horas del día.

Esta hipervigilancia que amplifica cada evento de la vida, feliz o no, las hace más sensibles a su entorno. Así, se acentúa la brecha entre las respuestas a determinados estímulos ambientales entre hombres y mujeres. No es raro que la simple luz de un despertador, un ruido inusual o el movimiento de una mascota dentro de la casa perturben el sueño de una mujer. 

Fuente: Todo para Ellas