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¿Te enojas mucho? Así es como la ira destruye el cuerpo y la mente

Aunque no lo creas, la ira tiene consecuencias físicas y mentales negativas
domingo, 11 de septiembre de 2022 · 13:57

Ciudad de México.- La ira puede ser beneficiosa cuando permite la expresión de sentimientos reprimidos. Pero cuando se vuelve demasiado frecuente, demasiado intensa y se manifiesta sin razón aparente, hace daño al organismo. Aquí te explicamos.

No hay nada más normal que sentir ira. No tiene sentido aguantársela, ya que las emociones negativas deben ser evacuadas. Pero en algunas personas, la frustración generada es excesiva. La culpa la tiene el córtex prefrontal, la zona del cerebro encargada de regular las emociones, que es incapaz de reducir la intensidad. En este caso, la ira es perjudicial al consumir mucha energía del cuerpo y del cerebro. Por tanto, es urgente controlarla.

  • Efectos adversos para la salud:

Cuando el enojo se siente de forma violenta e inapropiada, puede desencadenar hernias, urticaria, psoriasis, asma y dolores lumbares. A largo plazo, pueden aparecer otros problemas más graves, verbigracia, enfermedades cardiovasculares porque tienen la presión arterial alta. Las personas que se enfadan constantemente también son más propensas a las úlceras.

Sentir enojo afecta el equilibrio emocional y a la psique. Lo anterior se debe a que la fisiología periférica de la ira es similar a la del estrés. En consecuencia, esta emoción puede conducir al desarrollo de ansiedad, fobias o comportamientos compulsivos. En algunos casos, la ira también puede conducir al aislamiento e incluso a la depresión.

Si la ira se dirige hacia una misma, puede dañar el autoestima. Ya que se odian y se condenan. Las "enojonas" tienen una baja capacidad de regulación emocional, a diferencia de las personas con inteligencia emocional. Si no son tratados por un especialista, pueden desarrollar un comportamiento excesivo para calmarse. Por ejemplo, el consumo excesivo de cigarrillos o alcohol.

Si por el contrario, dirigimos el enojo hacia los amigos o la familia, son ellos quienes sufren los excesos de ira que acaban perjudicando la calidad de las relaciones y reduciendo el círculo social. Para solucionarlo, el primer paso es reconocer la ira y aceptar que has cedido a ella. Luego, escribe los sentimientos en un papel. Intenta dar un paso atrás y vuelve a ellos más tarde

Fuente: Todo para Ellas