Wellness

¿Lo usas bien? Errores que pueden costarte caro en la aplicación de protector solar

El cuidado de nuestra piel no es un juego. Hay que protegerla con bloqueador solar, pero siempre de forma correcta
jueves, 9 de junio de 2022 · 14:41

Ciudad de México.- El protector solar se ha vuelto un producto indispensable en nuestras bolsas debido a los efectos del sol sobre nuestra piel, tales como el envejecimiento, la aparición de manchas y el cáncer que puede ser inducido por la luz. Sin embargo, aunque lo lleves siempre contigo, puede que lo estés utilizando de forma incorrecta, menguando su función. La sola idea de elegir el protector solar adecuado puede ser complicada, sobre todo si apenas te iniciaste en el tema y recién comenzaste a preocuparte por el cuidado de tu piel. Hoy te revelamos los errores que debes evitar al usar bloqueador.

1.- No sólo es para la playa: El bloqueador no se utiliza exclusivamente cuando vayas de vacaciones. Debes proteger tu piel en cualquier sitio en el que te encuentres. En la ciudad, en la montaña, en el bosque. Ningún sitio está exento de los rayos UV. En todas partes atacan nuestra piel.  Incluso, cuando el día esté nublado, no dudes en distribuir una capa generosa de protector sobre tu cuerpo. 

2.- No aplicar bloqueador sobre piel bronceada: Es fácil pensar que cuando la piel se ha bronceado ya no requiere una barrera que la aísle de los rayos UV, no obstante, esta es una creencia errónea. Si bien el cuerpo se broncea en reacción a la exposición al sol y para protegerla de los daños, no significa que debas descuidarla. 

3.- Sólo aplicar protector una vez al día: Que quede claro; con una vez no basta. Si es necesario, programa una alarma cada dos horas que te recuerde reaplicar protector. No lo decimos nosotras, es una recomendación dada por dermatólogos. Ten en cuenta que a lo largo el día sudamos y la ropa se frota contra la piel, lo que hace necesario reforzar el uso de protector, sin importar que este sea en spray o en crema.

4.- No aplicarlo uniformemente: No dejes que la prisa por irte a nadar o por la impaciencia de no alcanzar ciertas zonas de tu cuerpo (como la espalda) se interpongan entre tú y una protección al 100 por ciento. Tómate el tiempo suficiente para proteger cada zona corporal. Desde tus hombros, tus orejas, tus manos, tu nuca, etc.

Fuente: Todo para ellas