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Dispraxia: ¿Cuáles son los síntomas y cómo detectarla?

Te contamos cuáles son los síntomas del trastorno denominado displaxia para que sepas reconocerlo
domingo, 27 de noviembre de 2022 · 19:06

Ciudad de México.- La dispraxia, también conocida como “trastornos específicos del desarrollo motor y/o de las funciones visuo-espaciales”, es una anomalía del desarrollo neurológico que aparece durante la infancia.

La dispraxia dificulta que los niños y adultos afectados la ejecuten tareas que requieran habilidad motora. También provoca problemas de coordinación que incapacitan a la persona afectada en su vida cotidiana. Reconocer los síntomas de la dispraxia en los niños permite un tratamiento temprano. 

1. Definición de dispraxia

La dispraxia es una patología crónica que ocurre en la infancia y que provoca trastornos en las habilidades motoras (es decir, movimientos) y la coordinación. Algunos síntomas de la dispraxia se manifiestan desde una edad temprana, y pueden confundirse con torpeza o la consecuencia de un trastorno visual, por ejemplo, mientras que otros signos no aparecen hasta más tarde en la infancia.

Esta enfermedad afectaría al 6% de los niños de 3 a 5 años. Anteriormente, la dispraxia se consideraba un trastorno del aprendizaje. 

2. Síntomas de la dispraxia

un retraso en comparación con los niños de su edad en la adquisición de ciertas habilidades, como lograr levantar la cabeza, dar la vuelta, sentarse y sentarse. Sin embargo, algunos niños afectados por esta enfermedad pueden experimentar estas etapas de desarrollo al mismo tiempo que los niños no afectados;

posiciones corporales inusuales;

una tendencia a la irritabilidad;

hipersensibilidad a los ruidos fuertes;

trastornos de la alimentación y el sueño;

una gran agitación en los brazos y las piernas.

Otros síntomas aparecen a medida que el niño crece:

retrasos para arrastrarse, caminar, limpiar, comer y vestirse solo;

una postura inusual;

dificultades de motricidad fina que dificultan tareas sencillas como escribir, dibujar, jugar con bloques de construcción o hacer rompecabezas;

problemas de coordinación que le impiden saltar, atrapar una pelota, andar en bicicleta, aprender a nadar;

ingestas complicadas de alimentos: el niño come “sucio”;

ataques de ira debido a la frustración de no poder realizar ciertas tareas;

una capacidad de atención limitada en la ejecución de tareas difíciles;

dificultades para seguir en clase o recordar las instrucciones;

falta de organización;

dificultad para adquirir nuevas habilidades;

una autoestima muy mala, especialmente si el niño está sujeto al juicio negativo de los adultos;

cierta inmadurez en el comportamiento;

una dificultad para hacer amigos.

En los adultos, la dispraxia adquirida adopta otras formas clínicas y varía según el individuo. Sin embargo, algunos síntomas son comunes:

postura anormal, trastornos del equilibrio y los movimientos;

dificultad para caminar;

mala coordinación mano-ojo;

de la fatiga;

problemas de organización;

dificultades para escribir o usar un teclado, dificultades para lavarse, vestirse y realizar las tareas domésticas;

3. Causas de la dispraxia

Se solicitan muchos nervios y partes del cerebro para realizar con éxito movimientos coordinados y demostrar habilidades motoras. Cualquier anomalía que obstaculiza este complejo proceso puede causar dispraxia. En la actualidad, los científicos no conocen la causa exacta de la dispraxia. Sin embargo, como indica el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido en su artículo titulado Developmental co-ordination disorder (dyspraxia) in children, los niños nacidos antes de las 37 semanas de embarazo y con bajo peso al nacer tienen un mayor riesgo de sufrir dispraxia.

Fuente: Todo para Ellas