Pareja

Vida de pareja: Dormirse enojado con tu pareja es malo para la salud; te contamos el porqué

¿En algún momento has discutido con tu media naranja poco antes del momento de irse a la cama? Te recomendamos que, si es posible, soluciones el problema. De lo contrario, podría ser perjudicial
jueves, 27 de abril de 2023 · 18:27

Ciudad de México.- "La noche da consejos" ¿es un dicho válido en todas las situaciones? Por lo tanto, en el contexto de una disputa de pareja, deberíamos dejar fluir y resolver el conflicto una vez que a la luz del día. Entonces, ¿es mejor resolver el problema antes de dormir o acostarse enfadado? La ciencia ha decidido.

A menudo se dice que "nunca debemos acostarnos enojados". Este conocido dicho se ha convertido en un verdadero consejo amoroso cuya veracidad ha sido cuestionada y luego probada a lo largo de los años. Algunas parejas cuya longevidad hace soñar lo han prodigado así. Pero este argumento también fue aprobado por la ciencia. Y tiene su origen precisamente en un fenómeno cerebral que tiene lugar durante el sueño: la consolidación.

Según las personas que creen en esta teoría, dormir enojado nos impide olvidar el sentimiento negativo y avanzar de manera saludable. ¿Por qué? Porque durante la noche, el cerebro aprovecha la ausencia de estímulos para reactivar los recuerdos (del día) e iniciar el proceso de memorización. Sin embargo, si uno se duerme con emociones y sentimientos negativos, son ellos los que serán registrados en prioridad por el cerebro durante el sueño. En otras palabras, si uno está enojado con su otra mitad a la hora de acostarse, este sentimiento negativo y todo lo que lo acompañó (causas del conflicto, circunstancias de la discusión, argumentos utilizados por su pareja amorosa, decepción sentida) se almacenarán en un rincón de nuestra cabeza sin que nos demos cuenta.

Acostarse enojado alimenta el resentimiento:

Con el tiempo, este sentimiento, no exteriorizado, se alimentará de la más mínima molestia y conflictos futuros dentro de la pareja, para crecer y convertirse en un resentimiento más difícil de borrar. Además, ya que nos preparamos para dormir, todo se pone en pausa y nos vemos obligados a estar solos frente a nuestras emociones. Sin acción, sin interacción, ya no hay distracción para la mente y, por lo tanto, estamos más inclinados a repetir el conflicto, a rumiar esta ira.

¡Y está científicamente probado! Un estudio publicado en el periódico Nature Communications, transmitido por nuestros colegas británicos de The Guardian, también corrobora estas palabras. Durante este estudio de dos días enteros, los científicos investigaron cómo los individuos borraban sus recuerdos después de un lapso de tiempo de 30 minutos o 24 horas. Después de dejar pasar una noche de sueño, los encuestados recuerdan más los elementos negativos que cuando acaban de ser sometidos a ellos. Por lo tanto, los científicos concluyeron que el sueño permitiría consolidar los recuerdos y anclarlos en la memoria de la persona afectada, especialmente cuando son negativos.

Acostarse enojado a veces es la mejor solución:

Sin embargo, esto no significa que debas resolver el conflicto a toda costa antes de dormir. De hecho, si no encontramos un compromiso con su querida, que la discusión solo empeora y las mentes solo se calientan, es mejor cortar la conversación para reanudarla al día siguiente, cuando ambos socios estén un poco más tranquilos y más abiertos a la discusión.
En este caso, nos acostamos enojados con el otro, por supuesto, ¡pero potencialmente menos enojados que si hubiéramos elegido continuar la discusión hasta encontrar un terreno común que nunca hubiera sucedido!

Fuente: Todo para Ellas