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¿No puedes hacer nuevos amigos? 3 motivos por los que a los adultos se les complica formar amistad

De los treinta a los cuarenta, si bien en nuestra vida entra cierto número de personas, pocas son las relaciones que perduran y se materializan en amistad. ¿Por qué, a pesar de las ganas, la amistad no se logra construir?
miércoles, 15 de marzo de 2023 · 17:14

Ciudad de México.- "¿Cómo encuentras amigos como adulto?" La pregunta puede parecer ingenua, un poco desesperada. Sin embargo, el problema se ha convertido en un lugar común, hasta el punto de aparecer en la parte superior de la cesta de solicitudes en Google. ¿Cómo llegamos a esto, pidiendo ayuda a un algoritmo? ¿De dónde viene esta vergüenza, pasados los 30-40 años, ante la idea de acercarse a un desconocido por la noche cuando un niño, un simple intercambio de pelota o una mirada bastaba para simpatizar? ¿Por qué ciertos comienzos de una relación rara vez conducen a una amistad?

1.- Falta de tiempo.

A medida que nos acercamos a los cuarenta, está claro que nuestras prioridades han cambiado. La frivolidad de la vida estudiantil ha dado paso gradualmente a la estabilidad, tanto en lo profesional como en lo emocional. Entre los 15 y los 20 años, buscamos multiplicar los intercambios, los contactos. Con la edad, entramos en una fase emocional donde prima la profundidad de los vínculos. Y cuanto más difíciles son las condiciones de acceso a la amistad, más se intensifica esta necesidad. Queremos un vínculo fuerte, una especie de ideal de amistad fusional. 

Excepto que detrás de la fantasía, la realidad es implacable. Entablar una relación amistosa muy fuerte, incluso varias al mismo tiempo, requiere una inversión intelectual, a veces física y geográfica, que uno no está necesariamente dispuesto a dar. De hecho, crear una conexión emocional lleva tiempo, mucho tiempo.

2.- Un freno a los proyectos futuros

Entre los 30 y los 40 construimos los cimientos de nuestra vida futura e inevitablemente, cualquier nueva interacción nos asusta porque trastorna esta comodidad y será percibida como una ralentización de nuestro proyecto de vida.

3.- “Cuasiamistades” en la familia y en el trabajo

Año tras año, solo las “cuasiamistades” quedarían al alcance de los treinta y cuarenta años. Nacen amistades fáciles, interesadas, como las relaciones que establecemos con los padres de los alumnos a cambio del cuidado de los niños o con el vecindario. Como pareja, nos damos menos medios para ir individualmente el uno al otro, prefiriendo organizar veladas con otras parejas.

En la oficina también nos resignamos a la camaradería. Estas siguen siendo relaciones placenteras, pero cuando son contentas en el trabajo o afterwork , nos traen más un momento de distensión que de amistad. Es una especie de recreación, donde rara vez confías, excepto para criticar a otros compañeros o superiores.

Fuente: Todo para Ellas