Pensamientos negativos: 4 técnicas para silenciar tu cabeza

Ciudad de México.- "Podría haber…", "Debería haber…", "Qué pasaría si…" Las cavilaciones mentales se refieren a estos pensamientos negativos en los que nos detenemos repetidamente . Nos impiden tener un verdadero tiempo de descanso y mantienen nuestro mal humor. A largo plazo, la rumiación puede provocar ansiedad o depresión. Afortunadamente, existen soluciones para detener estos mecanismos y recuperar nuestra calma mental.

• Identificar pensamientos negativos.

Saber identificar los pensamientos tóxicos que nos atraviesan es un primer paso para tomar cierta distancia de ellos. Este tipo de pensamientos se relacionan con eventos del pasado o del futuro sobre los que no podemos actuar. También se distinguen de las preocupaciones banales por la distorsión de la realidad por parte de las emociones (menospreciación, generalización, dramatización, etc.). 

Después de identificar estos pensamientos repetitivos y negativos, el segundo paso es tratar de no entretenerlos. Un pensamiento que no se mantiene desaparece por sí solo y no dura más de tres minutos. Para convencerte de ello, sugerimos realizar el ejercicio del oso polar. Cerramos los ojos e imaginamos un oso blanco. Cuando el oso desaparece o empieza a moverse, abrimos los ojos. 

• Vuelve al momento presente para dejar de rumiar

De nada sirve luchar contra la aparición de una emoción: aceptar permite volver al presente e interrumpe el círculo vicioso.  Debemos acoger nuestras emociones negativas (miedo, ira, culpa, resentimiento, ansiedad) sin alimentarlas y combatirlas, y simplemente notándolas. “Cuanto más tratamos de huir de ellos, más se quedarán con nosotros. Tenemos que tratar de verlos como algo fuera de nosotros mismos”, explica.

Para salir de cavilaciones centradas en el pasado y el futuro, volver al momento presente es la clave. Es por eso que tienes que practicar el anclaje de tu mente en el “aquí y ahora”. Para ello, la práctica de la meditación mindfulness es una herramienta muy eficaz. Nuestra atención se convierte entonces en un valioso aliado. Al redirigirlo voluntariamente a nuestro cuerpo, al tomar conciencia de lo que allí sucede, salimos de los pensamientos rumiantes.

• Distrae tu mente para salir de cavilaciones

Para no caer en el círculo de las cavilaciones, suele ser útil ocupar la mente y el cuerpo con una acción que nos agrade. Recomendamos recurrir a una actividad que nos haga bien o que requiera concentración. Esto puede ser ejercicio físico, leer, escribir, una tarea utilitaria o incluso actividades creativas. No importa, siempre que elija una actividad de distracción para centrar toda su atención en ella y romper con sus pensamientos en bucle.

• Vuelve a evaluar sus pensamientos de una manera más positiva

Reevaluar tus pensamientos y mirarlos desde otros ángulos más positivos es bueno para salir de los patrones de pensamiento destructivos. Todos tendemos a procesar lo negativo, pero no de forma consciente. Este es el sesgo de negatividad, que genera esta tendencia a rumiar, y que todos tenemos, en diferentes grados. Para reequilibrar los pensamientos, tienes que aprender a centrar tu atención en los elementos positivos. Por ejemplo, una interpretación pesimista se corrige moviéndose hacia opciones positivas. 

También puedes ponerte en el lugar de la otra persona para entender mejor su punto de vista o incluso optar por pensar en un recuerdo agradable.  Al final del día, dedique 10 minutos a escribir tres eventos positivos en un cuaderno para mejorar su bienestar.

Fuente: Todo para Ellas