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Consecuencias y cómo evitar abandonar las metas a la mitad del camino

Dejar cosas sin terminar favorece el estrés, promueve la sensación de estancamiento e impide iniciar nuevos proyectos
lunes, 8 de agosto de 2022 · 20:22

Ciudad de México.- Cada vez que nos trazamos metas es importante tener en cuenta que en el camino pueden surgir imprevistos y que estos, en lugar de ser un obstáculo, son una oportunidad para desplegar las capacidades y conocimientos que tenemos para adaptarnos y continuar dirigiéndonos hacia el objetivo. 

Las habilidades que nos ayudan cual trampolín para alcanzar lo que nos proponemos son la constancia y el compromiso. No obstante, en ocasiones pueden agotarse dichos recursos y en consecuencia dejamos asuntos sin resolver. Si bien dejar planes sin terminar no es malo, se convierte en un problema cuando este comportamiento se vuelve recurrente. Dejándonos con las manos llenas de ideas sin concluir. 

Al repetir esa actitud, se genera angustia y la sensación de insatisfacción se hincha. Además, se presenta la noción de estar perdiendo el tiempo, según explica el psicólogo Sergio De Dios González. Algunos de los enemigos que nos distraen de las metas son las indecisiones, la presión, el miedo a errar o el impulso a sostener responsabilidades. De ahí que se forme un espiral entre lo que queremos y anhelamos, pero no movemos un dedo para avanzar. 

¿Cómo solucionarlo?

El experto explica que es importante definir por qué y para qué queremos algo. También se recomienda pensar en cuál es el beneficio de cumplir con el objetivo. Es importante cambiar la perspectiva y dejar de ver el caso con negatividad. En caso de mantener esta mirada, el temor obscurecerá el panorama y no querremos tomar el esfuerzo por miedo a no lograrlo. 

Otra postura fatalista es pensar que no somos los mejores haciendo las cosas o bien, que lo que hacemos no servirá de nada. Ambos casos reflejan una inseguridad enorme que se tiene que contrarrestar. Asimismo, hay que ser realistas en relación con las barreras, ya que en ocasiones podríamos estar maximizándolas o incluso inventándolas. 

Se sugiere eliminar cualquier distracción, ya que corremos el riesgo de que absorba nuestra atención y energía. Al dedicar todo el tiempo a ese distractor, nos quedaremos sin horario disponible para terminar nuestros planes. Hay que aprender a asignarle un lapso a cada actividad. 

Fuente: Todo para Ellas