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Malos hábitos que le dan una pésima apariencia a tu hogar

No dejes que tu hogar luzca desordenado a causa de malos hábitos
miércoles, 31 de agosto de 2022 · 16:38

Ciudad de México.- El desorden suele ser difícil de controlar. Siempre hay nuevos papeles que llegan a la casa, montones de cosas de las que ocuparse, objetos que se dejan aquí y allá. Todos tenemos malos hábitos que complican aún más las tareas del hogar.  Ser consciente de ellos ya es algo bueno. No se trata de hacer sentir culpable a nadie, sino de conseguir solucionar estos problemas.

1. Poner todo en un cajón o armario.

Cuando las cosas están tiradas, es muy tentador "quitarlas de la vista" metiéndolas en un cajón, armario o ropero desordenado. Esta es la solución fácil y aporta una satisfacción a corto plazo: el objeto ya no está tirado. Y a veces te dices a ti misma que ya te ocuparás de ello más adelante, pero, por supuesto, eso nunca sucede y pronto el cajón o el armario en cuestión está saturado. Y al final, todo parece demasiado abrumador y nos desanima a enfrentarnos al desastre. Está bien tener un cajón para guardar las cosas que sobran, pero es importante mantenerlo organizado y, sobre todo, evaluar la relevancia de cada cosa que pongas en él. Pero lo ideal es tomarse unos minutos para guardar las cosas de la manera correcta, en el lugar adecuado.

2. No te ocupes del papeleo de inmediato.

El correo y el resto del papeleo pueden convertirse rápidamente en un desastre si no se gestionan a diario. Tomarte unos minutos para detenerte y solucionarlo todo sobre la marcha, es realmente la forma de evitar que un pequeño inconveniente se convierta en un problema insuperable (o casi).

3. Posponer el lavado de ropa.

Usar la lavadora es la actividad favorita de muy poca gente, digámoslo así. Clasificar, hacer cargas una tras otra, lidiar con lo que no cabe en la secadora, doblar y guardar es desagradablen. Así que no es de extrañar que muchos esperen hasta el último segundo para hacerlo. A veces te resistes y acabas con enormes montones de ropa sucia (y sólo aceptas que es momento de lavar cuando te has quedado sin ropa interior).

Otras veces, es sólo la última parte la que te molesta: acomodar la ropa y esto se traduce en cientos de prendas limpias tiradas durante días.  y el problema se manifiesta más bien como cestos de ropa limpia tirados durante días. Digamos que no es óptimo, es ineficaz y provoca un estrés del que puedes prescindir. Lo mejor es adquirir el hábito de lavar a intervalos regulares (digamos dos veces por semana) y obligarse a terminar todo el proceso (ajá, incluso el doblar, planchar y colgar en perchas).

Fuente: Todo para Ellas