¿Tienes dependencia emocional? 6 señales para reconocer este problema

Ciudad de México.- Ya sea en el amor o en la amistad, se puede caer en la dependencia emocional. Esto se traduce en una necesidad constante de ser amado a toda costa. Inicialmente se utilizaba para describir a las personas inmaduras, inseguras y poco seguras de sí mismas, pero ahora es una forma clásica de adicción, como el tabaquismo, el alcoholismo o al deporte. Se trata de proyectar en alguien, en una sustancia o en un comportamiento, la seguridad afectiva que una no puede alcanzar por sí misma. Aquí están las seis señales para reconocer la dependencia emocional:

Necesitas la aprobación de los demás para tomar una decisión: Ya sea para tus proyectos personales o profesionales, eres incapaz de tomar cualquier decisión sin consultar a tu entorno. La validación de un tercero es esencial para que tú puedas determinar lo que sucede a continuación. Este es un signo común de dependencia emocional. Debes confiar en ti misma y, sobre todo, aceptar que tienes derecho a equivocarte. Nadie es perfecta.

Eres "pegajosa": Sí, se te conoce como un bote de pegamento todo el tiempo. La necesidad constante de estar rodeada de personas refleja el miedo al abandono. Este miedo se caracteriza por un exceso de apego y por la necesidad de estar tranquilas en todo momento, incluso si eso significa asfixiar a tus seres queridos. 

No disfrutas de tu propia compañía: Tienes un miedo terrible a la soledad. De hecho, para ti, el hecho de estar sola o el mero hecho de pensar en ello desencadena una profunda sensación de ansiedad. ¿Necesitas constantemente que la otra persona sepa que existes? Este fenómeno es uno de los principales síntomas de la dependencia emocional. Sólo te sientes "viva" cuando estás compartiendo tiempo y espacio con aquellos que amas. Para contrarrestarlo, haz cosas por tu cuenta o encuentra una nueva pasión. Esta es la clave para conocerse mejor y aprender poco a poco a disfrutar de tu propia compañía.

Tienes un miedo terrible al rechazo: Este sentimiento de tener que contenerse permanentemente a riesgo de ser rechazada suele ser un signo de dependencia emocional. En efecto, cuanto más se ama, más se tiende a dejar pasar todo por miedo a que la otra persona se vaya. ¿El resultado? Te encuentras aceptando cosas que normalmente no aceptarías, sólo para complacer a la otra persona y no iniciar una pelea.

Necesitas escuchar a la otra persona todo el tiempo: No puedes evitar querer saber de ellos. Este deseo frenético de saber qué hace la otra persona y con quién está puede ser un signo de celos, pero también de dependencia emocional. De hecho, el simple hecho de estar lejos de él o ella te puede volver loca. Establece una relación de confianza con tu pareja. El hecho de que tengas una relación no significa que no puedas pasar algún tiempo a solas.

Niegas tu propia identidad para complacer: ¿A quién no le gusta caer bien a mucha gente? Si esto es bastante normal, a veces puede convertirse en una obsesión. Sí, es cierto, es agradable recibir cumplidos y que la gente piense bien de ti. Pero si para complacer a los demás, te restringes, mientes sobre quién eres para ser aceptada en la sociedad. Entonces, ¡ahí es donde está el problema! Porque cambiar el comportamiento y la personalidad para ser querida en un grupo es un signo de dependencia emocional y una grave falta de confianza en sí misma. 

Fuente: Todo para ellas