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Vencer la timidez laboral es posible; lógralo con estos consejos

Con un poco de suerte, estos consejos son lo que necesitabas leer para comenzar a superar la timidez laboral
viernes, 27 de mayo de 2022 · 14:41

Ciudad de México.- La timidez puede convertirse en una verdadera molestia, especialmente en el trabajo. Uno de los signos evidentes de la baja confianza es la excesiva timidez. He aquí algunos consejos para ayudarle a superar este estado. El primero se basa en que hay que conocerse. Se lee muy trillado, pero es verdad.

Todas tenemos cualidades, pero no necesariamente sabemos cómo mostrarlas. A menudo tendemos a desvalorizarnos. ¿Qué te parece hacer una lista en la que anotes y reconozcas tus virtudes? Esto te hará sentirte más segura y sabrás sacarle provecho a estas cualidades.

Crédito: Psicología y Mente
La timidez puede hacerte perder grandes oportunidades.

En el trabajo, las tareas más sencillas pueden convertirse en una pesadilla: preparar una presentación en PowerPoint para la semana siguiente, hablar con los compañeros o expresar tu punto de vista sobre un tema importante. ¡Te entendemos! Y si estás cansada de que esto te consuma energía, puedes tomar en cuenta los siguientes dos puntos que enlistamos. Con un poco de suerte, son lo que te hacía falta leer.

  • No tengas miedo de la mirada de los demás.

Asume que nadie es perfecto. El miedo a ser juzgada y a la mirada de los demás puede crear tensión y ansiedad. Para anticiparte a este temor, puedes decirte: "Son como yo, con sus miedos y problemas". Así verás lo fácil que es decirle adiós a las manos sudorosas y a la cara que se pone roja. 

  • Fracasar está permitido.

El miedo excesivo puede arruinar literalmente tu vida y hacerte perder grandes oportunidades. Sin embargo, hay que aceptar que es una emoción y no va a desaparecer. En cambio, lo que sí podemos hacer es modificar el comportamiento que tenemos frente a éste. ¡Lánzate! Deja de retraerte por temor a fracasar. Acepta que errar está permitido. Recuerda que ser valiente no significa no tener miedo, sino tenerlo y, a pesar de ello, actuar.