Calor

Ola de calor: ¿Por qué usar los fulares es peligroso para los bebés? Te lo contamos todo

Cuando suben las temperaturas, las mantas para bebés pueden causar un golpe de calor, que es particularmente peligroso para los bebés.
martes, 4 de abril de 2023 · 15:07

Ciudad de México.- Práctico y beneficioso para el desarrollo del bebé, que está cómodamente instalado contra su mamá o papá, el transporte en fular ofrece muchas ventajas. Pero cuando sube la temperatura, ¡es otra historia! Entre la temperatura exterior y el calor corporal, esta práctica generalizada conlleva riesgos. 

¿El peligro para los bebés? Golpe de calor, que se manifiesta con fiebre ( a menudo por encima de los 41°C), malestar con depresión, somnolencia o diarrea. El principal riesgo no es otro que la deshidratación.

Para evitar llegar allí, aconsejamos a los padres optar por el cochecito. Una vez más, se requiere precaución para evitar el "efecto horno". No se recomienda cubrir la silla de paseo con un paño. En este escenario, la temperatura, sube mucho más rápido de lo normal. ¿Qué hacer para proteger al bebé del calor? Opta por ropa ligera, dale agua regularmente, procura que el ambiente se mantenga fresco o dale varios baños con agua tibia.

Lo que no debes olvidar: 

La cabeza del bebé debe estar orientada hacia el exterior, sin ningún tejido en contacto con la cara. Es fundamental ser conscientes de que, si no se utilizan correctamente, se convierten en un verdadero peligro para el niño. Algunos especialistas desaconsejan el uso de portabebés y fulares antes de los cuatro meses por el riesgo de asfixia debido a la posición del bebé o al grosor del tejido, que impide la respiración.

Desde luego, no todo es malo. Te contamos cuáles son algunos beneficios de usar el portabebés. Primero, cuando se lleva a un niño, su posición es la misma que en el útero, su espalda es redonda y sus rodillas dobladas. El contacto físico es constante con el portador, su madre o su padre. Percibe el latido de su corazón y su respiración, su calor y su olor, el balanceo de sus pasos y las vibraciones de su voz. Por tanto, se siente en calma y seguro.

También se promueve la estimulación sensorial. Durante el porteo, la proximidad de su progenitor anima al bebé a interesarse tanto por él como por lo que sucede a su alrededor. Ve, oye, siente, participa en la vida del usuario, esto le proporciona numerosos estímulos sensoriales y, por consiguiente, su cerebro está despierto.

Fuente: Todo para Ellas

 

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