No te quedes sin saber de este truco para conservar la leche por más tiempo

Ciudad de México.- Si la leche no se consume poco después de abrirla, la leche puede agriarse y volverse imbebible. Para evitarlo, es fundamental conservar la leche en buenas condiciones y consumirla en un plazo de dos a cinco días una vez abierto el plástico o el cartón.

El recipiente debe almacenarse entre 0 y 4°, es decir, en la parte más alta del frigorífico , por ser la zona más fría. Por lo general, se recomienda evitar poner leche en la puerta del refrigerador, ya que estará expuesta a muchos cambios de temperatura. Si es necesario, la leche también se puede almacenar en el congelador; siempre que luego la descongeles en el refrigerador y agites bien el recipiente antes de su consumo.

¿Cómo aumentar su tiempo de almacenamiento?

Pero existe un truco para duplicar la vida útil de la leche abierta. Todo lo que necesitas hacer es espolvorear una pizca de sal en la botella de leche. Esta solución es válida para todo tipo de leche (entera, semidesnatada, etc.) así como para todos los envases, ya sean de cartón, plástico o cristal.

La sal tiene propiedades antimicrobianas. Añadir una pizca de sal limita la proliferación de bacterias y, por tanto, mantiene la leche en buen estado más tiempo. Es importante poner solo una pequeña cantidad en la botella, pues como sabrás, la sal tiene un sabor fuerte. Así no habrá riesgo de alterar el sabor y la leche se podrá utilizar después para recetas saladas o dulces.

Para que la conservación sea lo más eficaz posible, pon la sal en la leche justo después de abrir el frasco. Sin embargo, después de cinco días de abrir e incluso en presencia de sal, asegúrate siempre de que la leche sigue siendo segura para beber oliéndola o comprobando su color.

¿Cómo saber que una leche está en mal estado?

Como ya lo mencionamos, el mal olor puede ser un indicador claro de que la leche ya no es apta para el consumo. No obstante, si con el olfato no basta, puedes verter un poco de leche en un vaso transparente. Observa con atención la textura. Deberás fijarte si continúa suave, si por el contrario está grumosa, deséchala.

Fuente: Todo para Ellas